martes, 25 de noviembre de 2008

YUCATAN



ATUENDO PARA BAILAR JARANA
Los bordados del vestido actual de la indígena yucateca, fueron introducidos por los españoles al mismo tiempo que se modificó la vestimenta prehispánica. Antiguamente, las mujeres campesinas llevaban los senos descubiertos y se cubrían las partes inferiores del cuerpo con una faldilla corta. Esta fue sustituida por el fustán-enagua larga de algodón blanco y el torso fue cubierto por un vestido sin pliegues, sin mangas y con un escote amplio cuadrado, al que llamaron hipil.

Hipil se deriva de huipilli, término náhuatl que designaba la prenda que usaban las mujeres en el México prehispánico.

Desde que las indígenas mayas adoptaron estas prendas, se originó la costumbre de bordar el derredor del escote y la parte inferior, como hasta nuestros días.

La variedad de bordados es muy amplia. Los tradicionales que son a mano, son los siguientes:

1) El más tradicional es el que se llama xokbichuy o hilo contado, consiste en ir formando el dibujo a base de crucecitas de igual tamaño.

Para su formación adecuada hay que ir contando los hilos de la tela. Cuando el bordado se hace directamente sobre la tela, le llaman puntada tejida.

Otro modo de hacerla es poniendo una franja de tela llamada canevá, que tiene una trama visible y abierta. se borda sobre de ella y al terminarse la labor, se quitan los hilos del canevá. Se forman guías de flores con hojas, ramilletes con flores, y pájaros o grecas.

Las grecas son menos frecuentes en la actualidad, aunque antiguamente fue lo que más se usó, manifiestan clara reminiscencia prehispánica, se le denomina costura maya o mayachuy.

2) Otro trabajo muy laborioso es el manicté o deshilado con costura a base de amarres (hoc). Se forman dibujos geométricos a base de ir jalando algunos hilos de l a trama del lienzo.

A continuación, mencionamos los bordados que se hacen con la máquina de coser:

1) El bordado relleno es el más sencillo y por lo mismo el más común. se logra pasando los hilos por encima de todo el dibujo que se ha hecho, rellenando completamente la figura. También le llaman macizo.

2) El bordado sombreado consiste en bordar solo el contorno del dibujo trazado. la parte interior queda sin bordar.

3) El bordado renacimiento. se corta la tela con la forma deseada y luego se pasan los hilos para formar un panal. la orilla del panal se borda con macizo.

4) El bordado richelieu consiste en unir dibujos separados con hilos que forman una red desordenada.

5) El bordado rejillado. se corta la tela y se forma el dibujo a base de cuadritos hechos de macizo.

6) El bordado calado. El calado hecho con máquina de coser se hace cortando la tela con la forma del dibujo y bordando la orilla.

En todos estos bordados lo que predomina como motivo son las grandes flores de varios colores. Pero también se hacen con flores más pequeñas o con grecas. los diseños pueden ser de un solo color o “ matizado “.

El vestido de lujo de las mestizas de Yucatán recibe el nombre de terno.

Como su nombre lo indica consta de tres piezas: jubón, hipil y fustán. El jubón es una solapa cuadrada de veinte o más centímetros de ancho que va unida al cuello de hipil, que es un saco cerrado que llega hasta las rodillas.

El fustán es un medio fondo rizado que se sujeta a la cintura con una pretina de la misma tela, debajo del hipil, y les llega cuatro dedos arriba de los tobillos.

Cada una de estas prendas lleva un “ruedo” bordado en punto de cruz (xokbichuy) o a máquina. Los ruedos se complementan con anchos encajes blancos que penden del hipil y del fustán. El jubón lleva un encaje delgado en la orilla.

Existe una gran variedad de ternos, bordados en hilos de seda o de algodón con diversos motivos florales (rosas, claveles, campánulas, tulipanes, xailes, mariposas), realizados sobre telas de charmés, raso o dacrón.

El atavío de las mestizas se complementa con unas zapatillas cerradas de tacón recto y trabita, que indispensablemente son blancas como la tela del terno. Estas zapatillas pueden ser de piel, charol o forradas de tela, como las describe el poeta carlos duarte moreno en su canción “aires del mayab”: “muchacha bonita, zapatos de raso bordado te voy a comprar”.

Las mujeres del mayab peinan su negra cabellera tirándola para atrás, sin raya en medio, y l a enrollan sobre sí misma hasta formar un tuch o sorongo (chongo), que fijan con una peineta. Sobre el tuch prenden un hermoso lazo de cinta “de agua” (moaré) realizado con un listón de dos metros de largo por diez centímetros de ancho. A un lado del peinado llevan flores naturales.

Ninguna una mestiza se sentirá satisfecha de su atuendo si no lleva al cuello las joyas tradicionales: un rosario de filigrana de oro; otro de corales y oro y una gruesa cadena salomónica de dos vueltas, de la que penden varias monedas y una medalla grande con efigie religiosa. Aretes de filigrana y coral, semanarios y pulso de petatillo de oro complementan su ajuar.

Don santiago pacheco cruz, en su libro “ antropología yucateca “, agrega la siguiente información: “ se llenaban los dedos, menos el pulgar, con sendos anillos...pero lo más atractivo que portaban era el sombrero elegante de jipi que colocaban al revés, con la parte trasera por delante y en la que ostentaban un espejito cuadrado o redondo, se desprendían (de él) dos anchas y muy largas cintas que le colgaban hasta por la cintura; se colocaban además, otra cinta poco más ancha cruzándose el cuerpo en forma diagonal, terminaba con una roseta de la misma cinta, con las puntas colgando”.

El terno es un conjunto que las mestizas usan exclusivamente en las fiestas de la vaquería, con algunas variantes en las bodas mestizas. En esta ceremonia religiosa denominada tsok-ubel (terminó su camino) la única persona ataviada con el terno es precisamente la novia, pero su vestuario difiere de los de la vaquería en el colorido de los ruedos, ya que el que les sirve en las ceremonias nupciales lleva solamente bordados blancos y se complementa con un largo velo de tul que toca el suelo. la cadena salomónica de dos vueltas les sirve como lazo nupcial.

En las otras festividades (gremios, procesiones, primera comunión) la mestiza puede usar terno o el hermoso hipil bordado a máquina o en punto de cruz de vivos colores y fustán de popelina rematado con ancho encaje blanco de algodón, calza zapatos de tela negra y suela de cuero conocidos popularmente como zapatos de carro y se cubre con su inseparable rebozo pringado. Cuando guarda luto por la muerte de algún familiar usa rebozo y bordados negros o colores serios.

El atuendo de diario es parecido al anterior pero mucho más modesto, con bordados sencillos o con tira estampada comercial (hipil de flojas), y el fustán carece del mencionado encaje de algodón, calzan “chancletas de vieja” o andan descalzas.

EL ATUENDO DEL MESTIZO

El traje del mestizo es igualmente elegante y a tono con el clima cálido de Yucatán. Consta de pantalón blanco de corte recto con valenciana (bajo), bolsas verticales a los lados y horizontales en la parte trasera de filipina de popelina blanca, alforzada de manga larga y de cuello alto y redondo, sin solapa, que usan sobre una camiseta igualmente blanca de algodón, de media manga; los pudientes cierran esta prenda con fina abotonadura de oro.

Llevan sombrero blanco de jipi o palmilla ajustado con una angosta cinta negra, de dos pedradas al frente, elaborado en ticul o halachó. Calzan alpargatas blancas “chillonas”, de cuero de vaqueta, de tacón alto y grueso.

Complementan su atavío con un pañuelo rojo y grande, “paliacate”, que llevan colgando de la bolsa lateral derecha o alrededor del cuello cuando tienen la chamarra abierta.

El traje para el campo consta de pantalón recto de mezclilla, caqui u otra tela gruesa y camisa cerrada con botones de hueso, de la misma tela que el pantalón o de cotí (lienzo rayado) usa sombrero de palma, con costura de araña azul o verde. sin faltarle el paliacate.

Aún existe en Yucatán un traje mucho más antiguo que los anteriores, que es denominado “traje de huinic” (indio o macehual), consta de calzón largo de manta (culex), ceñido a la cintura por un delantal de cotín, camiseta de manga larga de los mismos materiales, sombrero de araña y alpargatas de plantillas de cuero, sin tacones, sujetadas a los pies con un hilo de henequén corchado que se enrollan hasta los tobillos. Llevan invariablemente un “sabukán de henequén donde portan sus instrumentos de labranza y sus alimentos y un calabozo o “chuh” donde llevan agua para preparar su pozole.


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