1993.
La parte significativa y espectacular de la indumentaria del ejecutante de la danza de quetzales es el “penacho” o corona circular, colocada sobre la cabeza: “ CUACATL IILPIVTOC”.
Está elaborada sobre una base cónica hecha con bejuco llamado “cuamecatl”; en la cúspide tiene el corazón en forma circular, en medio del cual se abre una ranura, realizada solo con el apoyo de una navaja o cuchillo, aquí se insertan las delgadas varas de tarro, una especie de carrizo o bambú que se corta a lo largo por la mitad y cada nueva porción se seguirá cortando hasta obtener unas delgadas varas de 60 ó 65 centímetros de largo, en número de 100 a 130 por cada corona. Después se entretejen con tiras de papel metálico de aproximadamente un centímetro de ancho, dándole la forma circular, partiendo del centro hacia el exterior, cada 5 ó 7 tiras del mismo color hacen una de las 7 franjas de distinto color que integran este fascinante tocado; don Mariano dice: “es como el copete del pájaro quetzal”. Para darle fuerza y firmeza a este tocado , después de las 7 franjas de colores, se corre un hilo de cáñamo de lado a lado del tejido dejando colgar las puntas para amarrarlas al final y provocar tensión; el siguiente paso, después de dejar libres unos 5 centímetros, es forrar las varas que quedaron descubiertas, estas estarán de color rojo por un lado de la corona y de color verde por el lado contrario y reciben el nombre de paradas o paraditas, el largo de las paradas será delimitado por una franja de papel de china blanco de aproximadamente 3 centímetros de ancho que se pegará por un extremo en la primera varita y se unirá a cada una de las que integran la corona hasta llegar al otro extremo, este procedimiento se realiza por ambos lados. Sobre el papel de china se pegaran las plumas de pollo, (previamente lavadas) las mas blancas, y de la misma forma el papel y las plumas se pegaran en el espacio libre que quedó entre las franjas circulares y las paradas; las puntas de las tiras de papel se doblan dándole vuelta en la última vara y se pega con cera de campeche (con éste nombre se conoce a la cera, sin que exista relación entre ésta y el estado mexicano del sureste) por último se procede a forrar el cono con tela de satín o terciopelo en color rojo.
Para sujetar la corona a la cabeza del danzante se le colocan a los lados unas “gasas” hechas con hilo de cáñamo (a las que les llaman aretes) estas servirán para introducirles una venda, se coloca a manera de columpio bajo la barba y se anuda en la nuca o bajo la barba; en la cabeza el danzante coloca un paliacate para amortiguar la presión del amarre y para evitar que resbale con el cabello.
Está elaborada sobre una base cónica hecha con bejuco llamado “cuamecatl”; en la cúspide tiene el corazón en forma circular, en medio del cual se abre una ranura, realizada solo con el apoyo de una navaja o cuchillo, aquí se insertan las delgadas varas de tarro, una especie de carrizo o bambú que se corta a lo largo por la mitad y cada nueva porción se seguirá cortando hasta obtener unas delgadas varas de 60 ó 65 centímetros de largo, en número de 100 a 130 por cada corona. Después se entretejen con tiras de papel metálico de aproximadamente un centímetro de ancho, dándole la forma circular, partiendo del centro hacia el exterior, cada 5 ó 7 tiras del mismo color hacen una de las 7 franjas de distinto color que integran este fascinante tocado; don Mariano dice: “es como el copete del pájaro quetzal”. Para darle fuerza y firmeza a este tocado , después de las 7 franjas de colores, se corre un hilo de cáñamo de lado a lado del tejido dejando colgar las puntas para amarrarlas al final y provocar tensión; el siguiente paso, después de dejar libres unos 5 centímetros, es forrar las varas que quedaron descubiertas, estas estarán de color rojo por un lado de la corona y de color verde por el lado contrario y reciben el nombre de paradas o paraditas, el largo de las paradas será delimitado por una franja de papel de china blanco de aproximadamente 3 centímetros de ancho que se pegará por un extremo en la primera varita y se unirá a cada una de las que integran la corona hasta llegar al otro extremo, este procedimiento se realiza por ambos lados. Sobre el papel de china se pegaran las plumas de pollo, (previamente lavadas) las mas blancas, y de la misma forma el papel y las plumas se pegaran en el espacio libre que quedó entre las franjas circulares y las paradas; las puntas de las tiras de papel se doblan dándole vuelta en la última vara y se pega con cera de campeche (con éste nombre se conoce a la cera, sin que exista relación entre ésta y el estado mexicano del sureste) por último se procede a forrar el cono con tela de satín o terciopelo en color rojo.
Para sujetar la corona a la cabeza del danzante se le colocan a los lados unas “gasas” hechas con hilo de cáñamo (a las que les llaman aretes) estas servirán para introducirles una venda, se coloca a manera de columpio bajo la barba y se anuda en la nuca o bajo la barba; en la cabeza el danzante coloca un paliacate para amortiguar la presión del amarre y para evitar que resbale con el cabello.
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